El regalo de la oportunidad
Cada año, muchos de nosotros hacemos resoluciones de Año Nuevo. Pero pocas personas tienen tanta determinación como Anahí Reyes.
Los lectores de toda la vida del periódico La Costa Latina se enteraron por primera vez de Anahí en el otoño del 2015 cuando contamos la historia de los desafíos que enfrentó para permanecer en la escuela. Su entonces maestra, Yazmin Ramirez, dejó su hogar en Fort Walton Beach para estar con su esposo en Honduras. Allí, ella aceptó un empleo en la escuela Alison Stone Bixby en Zamorano, y se convirtió en maestra de Anahí.
Ramirez no tardó en ver que Anahí tenía un regalo, pero estaba en peligro de no poder continuar con su educación porque perdió a su patrocinador financiero. Ramírez se acercó a La Costa Latina para ayudar a encontrar un nuevo donante.
Ira McQueen, de Pensacola, se conmovió con la historia de Anahí y respondió.
“Crecí en una granja en en el campo. La gente siempre me ayudó con comida o dinero para ayudarme a ir a la escuela,” dijo McQueen. “Me alegro de poder ayudar a alguien más.”
Anahí pudo terminar su año escolar, pero la Sra. Ramirez tuvo que regresar a casa. La nueva maestra de Anahí vio las mismas cualidades en ella y estuvo de acuerdo en que había que hacer más para ayudarla a tener éxito.
En 2017, la maestra patrocinó su visita a los Estados Unidos. Casualmente, ella vive en Louisiana, a solo tres horas y media de la Sra. Ramirez. Ramírez ahora trabaja para Compass Immigration Law Office quien está ayudando a Anahí y a su familia a buscar la posibilidad de quedarse en los Estados Unidos. Si es así, su maestra ha llegado a ofrecer la adopción legal de Anahí.
“No es solo que ella sea una niña inteligente”, dijo Ramírez. “Es que ella no lo da por sentado.
Anahí no solo aprecia los regalos que Dios le ha dado, sino que también aprecia mucho a las personas que la rodean y que la están ayudando a triunfar en la vida.
“Es una sensación increíble que alguien de otro país quiera ayudarme,” dijo Anahí.
Por eso se aseguró de detenerse en Pensacola durante las vacaciones de Navidad para finalmente agradecer a su benefactor en persona.
The Gift of Opportunity
Each year, many of us make New Year resolutions. But few people are likely to have as much determination as Anahí Reyes.
Longtime readers of La Costa Latina Newspaper first learned of Anahí in the Fall of 2015 when we told the story of the challenges she faced to stay in school. Her then teacher, Yazmin Ramirez, left her home in Fort Walton Beach to be with her husband in Honduras. There, she accepted employment at Alison Stone Bixby School in Zamorano, and became Anahí ’s teacher.
It didn’t take long for Ramirez to see that Anahí had a gift, but was in jeopardy of not being able to proceed with her education because she lost her financial sponsor. Ramirez reached out to La Costa Latina to help find a new donor.
Ira McQueen, of Pensacola, was moved by Anahí’s story and responded.
“I grew up on a farm in the country. People always helped with food or money to help me through school,” McQueen said. “I am glad that I could help someone else.”
Anahí was able to finish her school year, but Ms. Ramirez had to return home. Anahí’s new teacher saw the same qualities in her and agreed that more had to be done to help her succeed.
In 2017, ’s teacher sponsored her visit to the United States. Coincidentally, she is living in Louisiana, just three and a half hours from Ms. Ramirez. Ramirez now works for Compass Immigration Law Office who is helping Anahí and her family to look into the possibility of her staying in the U.S. If so, her teacher has gone as far as offering to adopt Anahí legally.
“It’s not just that she is a smart kid,” Ramirez said. “It’s that she doesn’t take it for granted.
Not only does Anahí appreciate her God-given gifts, but she has a great appreciate for the people around her that are helping her to succeed in life.
“It’s a pretty amazing feeling that someone from a different country would want to help me,” Anahí said.
Which is why she made sure to stop in Pensacola during the Christmas break to finally thank her benefactor in person.